3 de febrero de 2007

El Che Guevara, Ghandi y yo



Según la Revolución Bolivariana (desmesurada a raíz del resultado electoral del 3 de diciembre) el ideal al que ha de aspirar la educación nacional ha de ser el Che Guevara.

Eso me hace pensar en dos cosas:

1. El gobierno quiere que todos los ciudadanos sean médicos, como alguna vez fue el Che Guevara.

2. El gobierno quiere que todos los ciudadanos sean guerrilleros, como alguna vez fue el Che Guevara.

De aquí, saco yo dos análisis:

1. Si todos los ciudadanos son médicos, ¿quién va a construir los hospitales? ¿quién gestionará los recursos? ¿quién administrará los recursos?

Quizás sea un error mío tomarme el discurso de la Revolución desde esa perspectiva y yo deba analizarlo por el lado de que hay que perseverar por salir adelante y hay que entregarse de lleno a los estudios para triunfar en la vida, tal y como hacen los médicos, los enfermeros, los abogados, los contadores y otros muchos profesionales de muchas áreas.

2. Si todos los ciudadanos son guerrilleros, ¿quién apoya a la Revolución Bolivariana? ¿Será que el gobierno quiere ahora una oposición armada? ¿Se habrá dado cuenta el gobierno de que todos los guerrilleros son guerrilleros precisamente porque se oponen a las medidas establecidas por las autoridades del país donde viven y como son sancionados por las leyes de ese injusto sistema en el que viven, tienen que andar escondidos?

Quizás sea un error mío tomarme el discurso de la Revolución desde esa perspectiva y yo deba analizarlo por el lado de entregarse de lleno, desbordante de amor, olvidarse hasta de la familia y renunciar a los apegos materiales por ir en pos del ideal que me defina, que me haga vibrar desde la fibra más interna de mí misma y que me motive siempre a ir más allá.

Ya, creo que la Revolución hablaba de ser uno mismo siempre, cueste lo que cueste, pase lo que pase, se oponga quien se oponga. Resistir siempre, pues.

Pero yo no quiero un fusil en la mano porque -para mí- las armas son bonitas como objetos decorativos, son símbolos de la evolución que nos permitió llegar a donde estamos, pero no pueden ser útiles para matar a otro ser humano (ni siquiera un animal) porque allí mismo estaría mandándome a unos 20 siglos de involución.

Así que voy a apelar a mi derecho a ser "vetor de conciencia", y no portar armas, pero sí defender a mi país. Creo que me voy a plegar al modelo de Ghandi que fue más del estilo mío y no haré nada como el Che porque él murió a punta de plomo, como vivió su vida.

Y resistir siempre, pase lo que pase, esforzándome siempre por mejorar, siendo yo misma y siguiendo al ideal que mueva mi corazón.

4 comentarios:

Gloria dijo...

Que contradiccion tan grande esa: Ser revolucionario es ser libre pensador y luchar por la ideas que tu conciencia te dicta. Ahora parece que es seguir a un lider, apoyar y reirse de todo lo que diga y si no estas con el y aunque sea en algun aspecto lo criticas, estas contra el. Algunas caretas son muy buenas. Me encanta tu nuevo blog, igual que el otro. Un abrazo.

Gonzalo Villar Bordones dijo...

parece que las cosas van difíciles en aquel lugar de paraíso y pobreza.

María Elisa Quiaro dijo...

mi país es un dolor muy grande...por eso me cuesta opinar.
te vengo a dejar un abrazo de esperanza, que tiene cuatro y es una flor...
me gusta mucho tu casa y su canción

HabanaMojitos dijo...

Muy interesante la reflexión sobre la revolución... Le invito a pasar por mi blog sobre Cuba: www.ohcuba.blogspot.com
Un saludo