Los días, como ligeros granos de arena, se deslizan entre mis dedos. Casi imposible atraparlos, cada uno lleva en sí un grado de unicidad que lo hace irrepetible y reconocible pero, a su vez, debido a que viajan con otros muy parecidos, parecen una cascada de granitos idénticos entre sí.
Error...
En los últimos días he cambiado de modo de vida, de sitio de residencia, de perspectiva ante los afectos que tengo desde antes de tener consciencia, de los afectos que me he ganado a lo largo del camino e, incluso, de los que se quedaron atrás, a lo largo del camino.
En los últimos días he cambiado a nivel profesional y me he visto sometida a responsabilidades que no son las mismas que yo pensaba tener hace 5 meses. Mucho menos soñaba con tener hace un año.
Y, sobre todo, en los últimos días, he cambiado la imagen que tenía de mí misma.He explorado facetas de mí que temía explorar a raíz de cosas que me pasaron antes. He reencontrado trocitos de mí que había encerrado, a propósito, en cajones y cajitas de mis recuerdos, para no herirme al encontrarlos. Me he visto, valientemente, sostener un plumero para quitarle el polvo a recuerdos y observarlos bien, aunque luego me eche a llorar sobre el polvero que soy incapaz de sacudir.
Ahora, en los últimos días, me he dado cuenta de que, lentamente, voy avanzando. A veces, incluso, me parece que voy muy lentamente.
He visto cómo sigo teniendo miedos, arrastro recuerdos que me producen ansiedad porque no quiero repetirlos en mi presente... y sé que puedo hacer la diferencia tan sólo si estoy consciente de que ellos son pequeños recordatorios de mi aprendizaje.
He re-aprendido a ver la vida. Al sentirme y saberme capaz de hacer cosas que antes sólo me planteaba en un "algún día" he crecido en mi confianza personal y mis bordes de lo experimentado por mí hasta el presente.
Es así como me atrevo a firmar un contrato que me compromete a una relación laboral de 5 años, decido manejar y para no terminar haciendo novillos hasta me compro un carrito de segunda mano, me atrevo a enamorarme y a casi un año de novios me mudo a vivir con él... a ver si supero otro trauma y algún día nos casamos, replanteo mi relación familiar y me siento crecer a la par que veo que mis padres y mi familia están tan cerca de mí en esta oportunidad...
Del fondo del abismo al cielo. O casi. Pensar que hace casi un año y medio un pensamiento suicida en una estación de tren me hizo cambiar rumbo radicalmente. En ese momento pensé que ya todo valía nada...
Error...
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2 comentarios:
hay demasiado acá que pareciera haber sido escrito por mi. tal vez la diferencia es que a mi casi me tiene comiendo polvo toda esta movilización interna, me abatió, me pegó fuerte y cada día es una lucha tremenda por levantarme y tratar de seguir en pie... y de nuevo al suelo... y de nuevo arriba. tal como dices, desempolvo los recuerdos y me pongo a llorar encima del polvo, sin poder sacudirlo. dicen que es este el camino de la sanación y, si es así, bienvenidas sean todas estas lágrimas.
Mi mujer de tierra...
He descubierto que hay cosas que no tienen respuesta. Y también que, aunque no lo creamos, aunque nos sintamos perdidos, la vida siempre nos lleva por el mejor camino para nuestro aprendizaje. Y sé que mientras más ilógico nos parezca algo de nuestro pasado en nuestro presente, más profundo fue el aprendizaje.
La lucha por ponerte de pie se debe a? Hay algo por ahí no resuelto? Cuéntame por correo, que me quedé pensando mucho en tí. Te noto tan triste... Un abrazote gigante, de hermana casi.. .y perdón por la osadía de considerarme tu hermana...
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