23 de agosto de 2007

Carta sin respuesta

Y aquí estoy, mi niñito, con maullidos a mi lado para entender tus largas reflexiones junto a la Cintia. Vestida de hojitas, menudas, para refrescar en verano con la imagen de un otoño incipiente. O, como mejor te resultaría ahora, para calentar el invierno con la ilusión de una nueva posibilidad.

Aquí estoy, pensando en aquel febrero gris y en el mayo de dicha febril. Aquí estoy, con un peludo curioso, de ojos arena y miel (como los tuyos), que me invade la cama y de noche se acuesta junto a mí. Me quedo pensando si no será que tú te metiste un poco en él para tenerme más cerca de tí.

Acá estoy, mi niñito, en pleno agosto. Vestida con hojitas diminutas, las que te emocionaban, como preludio a una primavera que ya se nos hizo invierno. Con un saquito de maullidos que me persigue, recordándome de tí.

No hay comentarios.: